Antes de hablar sobre el Teatro Rex, por razones de justicia histórica, debemos comenzar por remontarnos en el tiempo y recordar el nacimiento en nuestra ciudad del primer teatro. Don Cornelio Saavedra Rodríguez – fundador por séptima vez de nuestra ciudad el 7 de diciembre de 1862- con el fin de tener un lugar de reunión para los habitantes de este incipiente pueblo de Angol, mandó construir un galpón donde hoy se encuentra la Gobernación y Correos. Fue un “salón de conciertos”, que poco a poco se fue transformando en un teatro, para recibir y permitir el desarrollo de esta actividad.
En sus primeros años sirvió para que la gente concurriera a leer los diarios que llegaban del norte del país y se presentaran algunas compañías de teatro y diversos artistas. Su estructura estuvo vigente hasta los primeros años del siglo XX.
ESTILO FRANCES
La formación del primer teatro municipal se llevó a efecto en la calle Villarrica (actual P.A. cerda) con calle Caupolicán, en un edificio de dos pisos, en cuya esquina tenía la oficina la Municipalidad de Angol. El acceso al teatro estaba, más o menos, a 20 metros hacia el norte de la esquina de Caupolicán con P. A. Cerda y la boletería para la platea, a la mano derecha de la entrada, el acceso a galería quedaba frente a la calle, en una entrada independiente y a la subida de la misma, se ubicaba su respectiva boletería – donde hoy se accede a la Tesorería Municipal y el salón de actos.
Pasando la boletería venía un gran hall, a continuación dos corredores que circundaban el local de los palcos y de la platea, para terminar a la entrada del escenario.
Su distribución era casi idéntica a los teatros franceses de esa época y su construcción se debe a la administración del alcalde, don Antonio Muñoz Pérez, de profesión farmacéutico (titulado en Francia), que dicho sea de paso, es el segundo que llega a Angol, ya que el primero es de apellido Luco.
“COLADOS”
El administrador del teatro era un técnico mecánico de apellido Maldonado, que para nada se llevaba muy bien con los que deseaban gozar de la función sin su respectiva entrada. En una oportunidad, estando en la puerta para vigilar el normal desempeño de la actividad y atajar los posibles colados, entraban dos sujetos; un empleado de don Carlos Onfray, que no hacía muchos años había sufrido un accidente laboral que lo había hecho perder un ojo, en compañía de un conocido carpintero de apellido Fernández, que también tenía un solo ojo, producto de ser víctima de un asalto. Lo sorprendente para el administrador Maldonado, era que los dos intentaban ingresar con una sola entrada, lo que produjo una reacción airada en nuestro vigilante, que los conminó a explicarle tamaña frescura. Fernández, a modo de explicación le dijo: “ las personas normales ven por dos ojos, nosotros uno cada uno, por lo que me parece justo, que cada uno pague la mitad, ya que vemos también la mitad..”. El administrador, mientras sonreía les hizo una seña para que pasaran.
EL TEATRO REX
Inaugurado el sábado 29 de julio de 1939 por los hermanos Juan y Alberto Gasparini. Esta sala se empezó a construir en febrero de 1938. Los planos fueron confeccionados por el arquitecto penquista Edmundo Enríquez del Pozo, el calculista Osvaldo Baeza y la construcción a cargo de Domingo Bertoglio.
La capacidad del edificio era para unas 1.200 personas y ofrecía toda clase de seguridades para casos de peligro.
Había dos hermosos foyers, uno ubicado en la platea baja y otro en la alta. El programa con que se inauguró el teatro fue un verdadero acontecimiento social, ya que se hizo un baile a beneficio de la Orquesta del Regimiento Húsares; estuvo amenizado por dos conjuntos musicales, y el espléndido buffet fue atendido por excelentes concesionarios.
El programa, de mañana, tarde y noche, incluyó bendición, banda del Húsares, discursos, películas, “vermouth” de honor, matinée escolar gratuita, elevación de globos, fuegos artificiales, más películas, y baile a dos orquestas en los foyers de platea baja y alta. Los precios para el baile fueron de 5 pesos para varones, platea baja; 3 pesos platea alta, y las mujeres, gratis.
GRAN FESTIVAL
Para su primer aniversario, el día 30 de julio de 1940, el Teatro Rex lo celebró con un festival de fuegos artificiales, elevación de globos y la exhibición de la película “Era una noche embriagadora”, una película que no mereció reparos, ni desde el punto de vista de su argumento, ni de su realización.
En la mañana del 30, a eso de las 11 horas, se comenzó con la exhibición de cortos y un bien provisto ágape en el foyers de platea baja en compañía de autoridades y público asistente. Con el talón de la entrada se participaba en un sorteo, en donde se repartieron muy buenos premios.
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